“Hemos nacido tratando de dar una respuesta empresarial, encontrar una solución a un problema terrible, que es el sinhogarismo”, afirmaba Blanca Hernández, al describir el origen de techô, durante su ponencia en el II Observatorio de los ODS, organizado por El Español.
Durante la mesa redonda titulada «Vivienda Social», Blanca Hernández trató la complejidad del concepto del sinhogarismo en España.
El sinhogarismo no radica únicamente en aquellas personas que viven en la calle. Sino que, como destacaba Blanca, va más allá.
Sinhogarismo, es la mujer que escapa de un hogar por una situación de violencia, son los jóvenes que, al cumplir 18 años, deben abandonar los centros de acogida, y son todas las personas que en situaciones diversas, como: las de los refugiados, las personas con adicciones, los solicitantes de asilo político, etc., necesitan apoyo.
En resumen, el sinhogarismo son las 30.000 personas que actualmente residen en España en condiciones de vulnerabilidad social y que requieren el apoyo de entidades comprometidas que brinden apoyo, acompañamiento y una residencia.
A pesar de la urgente necesidad, la realidad, es que, las entidades sociales se encuentran ante un desafío debido a la escasa inversión en viviendas. Muchos propietarios se muestran reacios a alquilar sus propiedades a organizaciones que asisten a personas en situación de vulnerabilidad. De hecho, la vivienda social representa solo un 2,5% del parque inmobiliario español.
Aquí, es donde techô presenta un papel crucial. Su misión principal es adquirir viviendas que posteriormente puedan ofrecer a las entidades sociales dedicadas al acompañamiento de personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Y son estas entidades las responsables de concretar a quién se alquila la propiedad, la duración del contrato y las condiciones del mismo.
Actualmente, la oferta de estas viviendas no debe representar un obstáculo a la hora de acompañar a dichas personas. Como señala Blanca Hernández, España debe encargarse de revitalizar la multitud de barrios en los que muchas viviendas se encuentran en desuso.
Hay innumerables propiedades que, con adecuadas reformas, podrían albergar a cientos de personas que necesitan un hogar en el que vivir. Y para ello, precisamente, ha nacido techô.
En conclusión, techô surge con el objetivo de dar una segunda oportunidad a las viviendas que actualmente se utilizan como «pisos patera», «narcopisos» o “de ocupación”, destinándolos a las personas que están en proceso de reinserción social junto a dichas entidades sociales.
Para más información sobre techô y su impacto en el sinhogarismo en España, consulte la entrevista completa en el siguiente enlace:
