Tener un techo sobre la cabeza no es sinónimo de tener un hogar. Un hogar es el cimiento desde el cual construimos nuestras vidas. Sin embargo, en España, miles de personas carecen de este derecho para una vida digna. La misión de techô es, precisamente, erradicar radicalmente esta realidad.
En España, el sinhogarismo es más que un problema social: es una crisis que, según el INE, afecta a más de 30.000 personas vulnerables. Estas personas, pertenecientes a la capa social más desfavorecida y olvidada, luchan diariamente por encontrar un lugar seguro en el que vivir.
Como hemos mencionado en ocasiones anteriores, este es el panorama ante el que surge techô, una entidad que busca una solución innovadora empresarial e inmobiliaria, y que fusiona sostenibilidad con alto impacto social. La realidad es que el mercado inmobiliario español tiene numerosas viviendas desocupadas y muchas de ellas terminan siendo usadas para actividades ilegales. A pesar de que existen fondos disponibles por parte de administraciones e inversores de impacto dispuestos a respaldar a entidades sociales, la incertidumbre afecta a los propietarios a la hora de alquilar estas viviendas.
Como ya hemos destacado, la propuesta innovadora de techô se basa en adquirir estas propiedades para transformarlas en hogares destinados a personas en situación de extrema vulnerabilidad. Pero su labor va más allá de una mera transacción inmobiliaria. Techô no sólo reintroduce estas viviendas al mercado, sino que también reintegra a estas personas a la sociedad, brindándoles una oportunidad para empezar una nueva vida.
Lo que realmente distingue a techô es su singular habilidad para unificar diversos sectores a favor de objetivos comunes. Siendo una SOCIMI con enfoque social, techô se erige como un nexo entre profesionales, inversores de impacto, entidades del tercer sector y administraciones públicas. Nuestra misión es adquirir, renovar y alquilar viviendas a entidades sociales, con el propósito de crear auténticos hogares para aquellos que se encuentran en situaciones desfavorecidas.
En definitiva, este modelo no solo destaca por su sostenibilidad económica, sino que también sirve como un testimonio del potencial de la colaboración público-privada y es un fiel reflejo de la economía desde un enfoque humanista. Techô no es simplemente una empresa, es una misión que demuestra que, a través de la innovación, la colaboración y el compromiso con el bienestar humano, podemos superar los desafíos sociales que tenemos en la actualidad.
