Sir Ronald Cohen, considerado el «padre de la inversión de impacto», promovió la filosofía de inversión con la creencia de que el capital privado tiene el poder, no solo para generar retornos financieros, sino también para lograr un impacto social positivo. Esta visión apoya la idea de que las inversiones deben ser vistas como una herramienta de cara al futuro, enfocada en el bien común, influenciando a las organizaciones a integrar estos principios en su misión.
Esta óptica de inversión es, precisamente, la que tiene techô y que gira en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con metas para combatir la pobreza, promover la igualdad y proteger nuestro planeta. Su fuerza radica en crear alianzas sociales significativas, transformando estos objetivos en acciones medibles al conectar con comunidades, involucrar a los principales grupos de interés y lograr mejoras en términos sociales y medioambientales. Todo esto lo hace a través de la “Inversión de impacto”, un término esencial a la par que, todavía, desconocido para el gran público, que define y guía nuestro trabajo.
Actualmente, techô aplica la inversión de impacto de manera integral, con 17 indicadores que abordan, desde la reducción de la criminalidad, hasta el aumento de la productividad económica. Una inversión que, como ya hemos señalado, aborda el sinhogarismo en España, ofreciendo soluciones empresariales e inmobiliarias sostenibles.
La «inversión de impacto» surgió hace décadas como respuesta a los problemas sociales y medioambientales existentes, utilizando métodos empresariales y financieros para solventarlos. Y es importante destacar que no se fundamenta en simples donaciones, sino que se centra en invertir en proyectos y empresas que generen cambios tangibles en la sociedad.
En definitiva, la inversión de impacto va más allá de una mera estrategia financiera; es un compromiso con el bienestar humano y la sostenibilidad del planeta. Es una llamada a la acción y una creencia en la solidaridad de las personas. Por ello, si combinamos la visión de Sir Ronald Cohen y la misión de techô, conseguiremos avanzar hacia un futuro donde domine la sostenibilidad social y humana.
